jueves, 12 de agosto de 2010

TRANSBLUES 2010. FESTIVAL DE BLUES DE BÉJAR.

Hola de nuevo, con esta entrada os voy a comentar un extracto de lo que fue el festival de Blues de Béjar 2010. "The Fabulous Thunderbirds"  fue lo que realmente mereció la pena del festival aunque en comparación con otros años, el nivel ha sido bajo y, aunque fueron éstos los que más me gustaron, no llegaron al nivel que suele atesorar este festival en ediciones anteriores. Canned Heat, Robben Ford y otros 3 grupos más cierran el cartel, pero se podría definir como "el año de a ver quién hace la empanada más grande" y me explico: parece que se habían puesto todos de acuerdo para hacer el mayor número de sólos posible (guitarra, bajo, batería) y hacer soporífero el rato que nos hacían pasar allí. Debió decirles alguien: chicos este es tu público demuestra lo que vales, valiente y se emocionaron con ello. Pero ese público (por lo menos en mi humilde opinión) no deseaba eso, deseaba un poco de música, pero no ofrecieron demasiada. Se dedicaron a decir, ahí va el festival de empanadas mentales que nos hemos comido para desayunar, y lo demostraron, uno por uno. 
En fin, que si no es por el maravilloso enclave que nos rodeaba, esa plaza de toros (aunque no me gusten los toros) que está en mitad de la montaña, que parece que sobresale de la misma cual abrupta naturaleza virgen que se eleva con la luna de fondo encumbrando un halo de arquitectura incrustada en la montaña con briznas de jugosa iluminación de la luna llena que nos ilumina con prestancia y desinterés. Se podría decir que estamos ante uno de los mejores monumentos de la sierra salmantina, aunque no me gusten los toros. Pero dicen que es una pieza única, no existe otra igual en el mundo, ese carácter granítico como el de la forma de ser del salmantino que, sin ánimo de ofender caracteriza a su población. 
Sin duda, lo que más mereció la pena fue volver a ver a muchos de los amigos que hacía tiempo que no veía, como es el caso de Ernesto "El teto", Gonzalo, los mellizos, Masa y cía...
Sin más me despido hasta la próxima entrada en que probablemente pase el testigo a la lectura. 

1 comentario:

  1. Sí, la verdad es que cuando los instrumentistas de los conciertos se ponen en plan virtuoso con esos solos eternos aburren hasta las ovejas, da lo mismo el instrumento, unos cansinos es lo que son.

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