domingo, 29 de agosto de 2010

LAGUNAS DE PEÑALARA. MI PRIMERA ESCALADA




Ahí va una pequeña muestra de lo que fue mi primera escalada y, espero no sea la última porque además de ser una experiencia única (tanto por lo doloroso de los pies de gato como por lo interesante que es hacer rapel, la sensación de estar "colgado" en una pared... en fin un sinfín de sensaciones más pondría, pero yo os recomendaría que lo experimentaseis por vosotros mismos) fue una experiencia maravillosa, porque además de los acompañantes estupendos (Lorena la que más paciencia tuvo, ahí aguantó los 7 km de la ascensión como una campeona sin rechistar, antes de ponernos a escalar), junto con los
profesores de escalada (Mónica, Carlos, Irene y Pablo) que tuvieron una paciencia impresionante para aguantar mis continuas quejas sobre lo que me dolían los pies de gato.
Ahí estoy acabando la subida.
En este momento de la subida es cuando más se sufre, porque las sensaciones de que no vas a llegar hasta arriba, tienen más fuerza que aquellas que te hacen ver la meta y es ahí donde se genera la mayor sensación de indefensión. Pero, por suerte estaba sujetado por uno de los experimentados escaladores (Carlos) y te hacía sentir seguro cuando tirabas de la cuerda (sólo lo hice una vez, pero no es lo más recomendable, porque puedes tirarle a él), pero en ese momento me comentó donde había una grieta para agarrarme (que fenómeno, se sabía la ascensión de memoria) y, fue el suficiente alivio para poder ascender hasta la reunión (así se llama donde estaban los demás compañeros), para poder así finalizar la escalada y poder "rapelar" hasta abajo. Una sensación entre el miedo, la sorpresa y el dolor que me hacen pensarme el seguir haciendo esto de la escalada, es un deporte muy interesante.
Haciendo rapel en la bajada
En definitiva, una experiencia que recomiendo a la mayoría de vosotros porque, cuesta la ascensión a la pared que veis en la fotografía, pero luego merece mucho la pena hacer rapel con gente tan experimentada. Espero poder repetir, pero esta vez cogeré unos pies de gato de mi tamaño, porque me hacían un daño impresionante; ahora por lo que me contaron los acompañantes, debes coger un número más pequeño del tuyo porque así agarran mejor a la piedra.
En fin, que ha merecido la pena la experiencia, por la compañía, lo aprendido, las sensaciones, el conocimiento de la nueva ruta de laguna de peñalara (al que venga de visita, le llevaremos con mucho gusto), la sensación de bajar de noche por la montaña, un concatenado de sensaciones tal que no me ha quedado más remedio que recogerlas en el blog porque las considero como únicas.

Lorena, la más campeona finalizando la ascensión. 

Un saludo admirados lectores.

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